Crueles terapias para “curar” la homosexualidad - invitada: Xiomy Díaz

Crueles terapias para “curar” la homosexualidad - invitada: Xiomy Díaz

04 de sept de 2024

Este episodio aborda una problemática poco conocida pero de gran impacto en la vida de muchos: las terapias de conversión. La invitada, Xiaomi, comparte su desgarradora experiencia dentro de estos programas que buscan cambiar la orientación sexual de las personas, revelando las metodologías y consecuencias de estos lugares.

Capítulos

Introducción a la vida de Xiaomi

Xiaomi narra sus primeros años de vida dentro de una comunidad cristiana evangélica. Desde pequeña, se involucró en múltiples actividades dentro de la iglesia, algo normal en su familia de tercera generación de cristianos. Sin embargo, su vida estuvo marcada por un abuso sexual y una rígida doctrina que condenaba la homosexualidad.

Descubrimiento personal y conflicto interno

A medida que crecía, Xiaomi enfrentó el descubrimiento de su atracción hacia personas del mismo sexo, lo que chocaba con las enseñanzas de su iglesia. La llegada de un comentario de un amigo sobre su sexualidad desencadenó una serie de reflexiones que la llevaron a reconocer su homofobia interna.

Participación en terapias de conversión

Xiaomi y su madre decidieron asistir a una organización que prometía 'curar' la homosexualidad. Estas terapias consistían en reuniones semanales donde se llevaban a cabo prácticas controversiales y se ejercía presión psicológica y espiritual para cambiar. Fue un periodo donde Xiaomi vivió con ansiedad y ataques de pánico.

Deconstrucción y aceptación

El testimonio de sobrevivientes que intentaron suicidarse por el trauma de estas terapias fue fundamental para que Xiaomi decidiera abandonar este camino. Con terapias psicológicas y el apoyo de su madre, comenzó a aceptarse como es.

Reconciliación con su espiritualidad

Después de muchos años de dolor, Xiaomi encontró una iglesia inclusiva que le permitió vivir su espiritualidad sin prejuicios. Ahora participa activamente en su comunidad sin esconder quién es.

Conclusión

Xiaomi finalmente encontró paz al aceptar su identidad y su espiritualidad. Su historia es una poderosa denuncia contra las terapias de conversión, alertando sobre los peligros y sufrimientos que causan. El apoyo de los seres queridos y abrir espacios de diálogo son esenciales para quienes viven situaciones similares.

Menciones

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Bueno, quiero empezar por preguntarte qué te motivó a inscribirte a nuestra convocatoria. Bueno, yo creo que a través de nuestras historias podemos salvar vidas, porque cuando abrimos, o sea, como que le damos voz a ciertas situaciones, muchas personas pueden saber que no están solas, y creo que es importante también la denuncia. Cosas que de pronto las personas no saben que ocurren y es importante empezar a visibilizar. Aquí hemos tratado muchísimos temas, pero la verdad debo decirte que cuando leí la historia que nos enviaste al correo a través de la convocatoria abierta que tenemos en nuestra página vozpodes.co, yo dije, no conozco esto, no tengo ni idea. Seguramente muchas personas están familiarizadas con el término, pero otras dirán, ¿con qué se agarra, con qué se coge, con qué se come? Pero antes de entrar en materia, quiero que empecemos a hablar del asunto de la espiritualidad, porque siento que se viene siendo como la raíz de tu historia y de lo que vamos a conversar el día de hoy. ¿Cómo era tu infancia respecto a la espiritualidad? Bueno, yo soy tercera generación de cristianos evangélicos en casa, así que nací en la iglesia. En la iglesia estuve todos los días de mi vida durante 19 años. estuve todos los días de mi vida durante 19 años allí participaba de obras de teatro de la escuela dominical en algunas ocasiones se hacían servicios dirigidos por los niños o los adolescentes y ahí también tenía la oportunidad de participar allí aprendí a tocar guitarra como que fue la base de muchas cosas de lo que hoy soy y de lo que hoy sé y de lo que hoy sé, y me considero una persona supremamente espiritual, Dios es fundamental en mi vida, y siempre como que es un apoyo, es un soporte, cuando tú tienes fe, puedes llevar más fácil las situaciones, enfrentarlas mejor, entonces esa era mi niñez, la iglesia era un lugar seguro para mí. Dijiste hace un momento que eras tercera generación, quisiera como desmenuzar mucho el asunto, porque seguramente mucha gente dice, bueno, de pronto no tengo ni idea de cómo funciona el cristianismo, cómo funcionaba o funciona tu comunidad. ¿Qué es esto de ser tercera generación mi abuela era cristiana una persona muy sobresaliente en la iglesia intercesora en la iglesia ahora va por las necesidades de las personas las visitaba siempre estaba como allí pendiente, eso hace que obviamente sus hijas vayan a la iglesia, y pues ya luego vengo yo a asistir también, por eso eso ya me forma como una tercera generación de personas que asisten, que a la final, para mí, yo crecí en ese mundo de que los domingos vas a la iglesia y que si se puede ir otros días mejor, entonces yo normalicé que la gente va a la iglesia o que la gente es cristiana, pero cuando tú volteas a ver, no, no es cierto, no, todo el mundo es más bien común tal vez ser católico y además escoger si vas o no. Entonces eso para mí es como chévere destacar. No es como que hace unos años, medio curiosidad, pasé y empecé a asistir a la iglesia, sino como esto ha sido tan importante en mi familia, como ha sido una herencia de fe. Una herencia de fe, exactamente. Y como que a todos los miembros de tu casa les inculcaron esta importancia de la espiritualidad, de ir a la iglesia cristiana y demás. ¿Y qué pasó cuando empezaste a crecer y te diste cuenta? Ah, ok, también hay católicos, también hay otras religiones. ¿Cómo empezaste a vercer y te diste cuenta ah ok, también hay católicos también hay otras religiones ¿cómo empezaste a ver esto como niña? Es bien difícil porque en la iglesia, por lo menos a la que yo asistía, te indican que esta es la verdad acá donde estamos es la verdad, esta es la verdadera hay que tener cuidado porque afuera hay sectas porque afuera hay iglesias que no predican la sana doctrina, o sea, expresiones que te asustan un poco, como uy, no puedo ir a... Incluso aún cuando eran iglesias evangélicas, neopentecostales como la mía, decían, no, mejor no vayas allá porque es mejor estar en un solo lugar. Es mejor no mezclarse, es mejor plantarse en un solo lugar. Entonces creces con muchas prevenciones y prejuicios a otras formas de pensar, y si critican, digamos, otra iglesia, otra forma de hacerlo, aún cuanto más la filosofía, la psicología, las ciencias, te llenan de un discurso como de no, solo lo que acá escuches, no permitas razonar ni escuchar nada afuera, No, solo lo que acá escuches, no permitas razonar ni escuchar nada afuera. Entonces sí crecí con un poco de temor hacia explorar otras religiones, otras formas de espiritualidad, pero también fui muy estudiosa, entonces eso me ayudó a equilibrar un poco, como ok, existe eso, pues no voy porque a mí me han dicho que no vaya, pero existe, y hay otras formas, ¿no? Con el tiempo vas aprendiendo, y ya mucho después, estando lejos, te das cuenta como, no, el mundo no era esa burbuja en la que estaba, el mundo es más grande, y no pasa nada. Sí, muchas formas de pensamientos, creencias, todo. Y en tu caso, por ejemplo, a la iglesia a la que acudías, ¿cómo era el tema de las prohibiciones? ¿Podrías describirnos un poco? Bueno, si yo como cristiana quería seguir este camino, no podía hacer esto, sí tenía que hacer esto. yo iba a la iglesia martes, jueves y domingo como asistente a recibir y ya siendo adolescente empecé a servir y tenía que ya asistir los sábados a reuniones de jóvenes entre semana preparar las reuniones de los jóvenes otro día en la semana, de pronto un viernes había reunión de servidores y así, literalmente yo me la pasaba domingo a domingo en la iglesia, y eso era importante, o sea, era importante la asistencia, el involucrarse en los servicios, muchas prohibiciones, no tener novio, no el sexo prematrimonial, no tomar, no fumar, no salir con amigos, no socializar con personas que no fueran cristianas, porque eso podía contaminarte o hablar con esas personas, pues te podía llenar de otros pensamientos y filosofías que no iban a acuerdos a la iglesia, entonces tú también, tu círculo y tu vida se empieza a volver la iglesia. Cuando dices servir, para la gente que no entiende tampoco este término, ¿qué es servir en la iglesia? para la gente que no entiende tampoco este término, ¿qué es servir en la iglesia? Hay muchas funciones dentro de la iglesia, se requieren como muchas manos, entonces hay desde las personas que dan la bienvenida en la puerta, ayudan a acomodar las sillas, pasa por cuidar a los niños en la escuela dominical, ser el profe de esta escuela dominical, cantar, tocar algún instrumento, pred predicar ser los que oran por otros bueno depende como la organización de cada iglesia y como ministerios ministerio el origen de la palabra es el servicio y tú te vuelves un servidor ok así como decir si fueras a trabajar ni siquiera trabajar como apres como a prestar, a ofrecer tus servicios. Como voluntariado también. Un voluntariado, sí, un voluntariado que haces como ofrenda, que también se me hace muy lindo participar activamente de tu comunidad, la que sea. Y en tu caso, bueno, tu familia, todo tu entorno completamente religioso, podríamos llamarlo así. completamente religioso, podríamos llamarlo así, y cómo funcionaba tu casa, además de la espiritualidad, cómo estaba conformada tu familia, con quién vivías en la infancia. Yo vivía con mi mamá, mi padrastro, una hermanita menor y un hermano mayor, bueno, aunque con mi hermanita nos llevamos 11 años, entonces la mayor parte del tiempo éramos mi hermano y yo, de hecho con el tiempo mi hermano deja de asistir a la iglesia como a sus 15 años empieza a cuestionar muchas cosas y decir no este no es mi rollo yo ya no vuelvo mi mamá siempre ha sido muy respetuosa de nuestras decisiones pero empezó a recibir muchas críticas por ejemplo de mi abuela del resto de la familia como de uy ojo porque no puede ser que una persona miembro de la familia, como de, uy, ojo, porque no puede ser que una persona, un miembro de la familia, deje de asistir, y con el tiempo, justamente, es la que se va, es mi mamá, como no, ya también no, hay cosas con las que no concuerdo, y prefiero irme. Y todas estas cosas que ustedes vivían como familia, en cuanto a la iglesia, en tu caso, por ejemplo, ¿eran voluntarias, o sentías que te obligaban, tienes que ir a esto? Sencillamente lo disfrutabas y ya. Sí se genera en el fondo una culpa, ¿no? A mí me costaba muchísimo faltar un domingo. O sea, nos íbamos de viaje y obviamente hay que aprovechar el festivo, nos fuimos. Y mi abuela usaba expresiones como no, se olvidan de Dios, prefieren la diversión y las cosas banales, que estar en la iglesia. Incluso habían personas que les salía un trabajo y tenían que trabajar el domingo, la indicación de los pastores, de las personas de la comunidad era, no, porque Dios no te va a dar un trabajo en el que tú abandones a Dios y no es posible que estés en una iglesia un domingo en un trabajo un domingo cuando deberías estar en la iglesia o si la gente igual la aceptaba porque pues tú tienes que trabajar, tienes vida normal venía esa culpabilidad como ay mire Dios le dio un trabajo y se olvidó de Dios, entonces sí, es una culpabilidad te sientes una obligación y en mi casa empezó a pasar algo hacia mi adolescencia y es que yo o sea a mí en mi casa no me veían porque yo pues entre semanas estás estudiando, y los fines de semana, y muchas veces después del colegio iba a la iglesia, y los fines de semana iba de lleno, sábado todo el día y domingo todo el día en la iglesia, o con mis amigos de la iglesia, si al final del domingo queríamos ir a cine o algo, entonces mi mamá era como, oye, no vienes, no compartas con nosotros, justo porque ellos ya estaban afuera. Y con otros miembros de la familia que no eran cristianos, también tú te empiezas a alejar. Ellos dicen, vengan, hagamos una fiesta de Navidad. No, eso es pecado porque va a haber alcohol y no vamos a ir. Ah, o sea, ¿tampoco celebraban la Navidad ustedes? Es como, es un tiempo en el que debes orar, debes como reflexionar, estar muy tranquilo, pero no puede haber, no sé, licor o una fiesta. No rezamos novenas, por ejemplo, porque los evangélicos no tenemos como esa tradición. ¿Creen en la Virgen? ¿La Virgen? No la veneramos. Ok. No la veneramos. Eso también, eso empieza a generar diferencias. Yo recuerdo que yo estuve en un colegio católico y hacían eucaristías, y yo entraba como con mucho respeto, pero yo no podía participar de nada, es como no, mi religión no me lo permite. Ok. Eso, tú empiezas a tener diferencias sociales, como aislarte socialmente con tus padres y con incluso familiares. Vale la pena aclarar que en este espacio somos muy respetuosos de cualquier culto, de cualquier creencia, cualquier religión, estilo de vida, y que no estamos para juzgar mucho menos en temas espirituales, simplemente es conocer tu historia y cómo funcionaba tu comunidad a la que asistías en aquel momento. Hablaste ahorita de un padrastro, ¿cómo llegó él a la vida de ustedes y qué tal era tu relación con él? Bueno, más o menos a mis cinco años, mi mamá se conoce con este señor y la convence de que se vayan a vivir juntos. Nosotros realmente llegamos a la casa de él y al poco tiempo de convivencia, él empieza a abusarme. Entonces es una situación bien difícil. El abuso duró muchos años. ¿Sexual? Sí, y era violento, o sea, había violencia económica, violencia física, en mi caso pues el abuso sexual, y siempre fue muy difícil y por eso casi que el colegio y la iglesia se volvieron mi refugio. Ok, ¿y esto lo contaste en tu casa? Sí, como hacía los 6, 7 años yo le digo a mi mamá, ella lo que hace es confrontarlos, o sea, llamarlo y decirle, oye, la niña me está diciendo esto, y él niega todo. Se enoja porque era una persona muy agresiva. Se enoja mucho, lo niega, mi mamá se queda con la duda, entonces lo único que me dice es, nunca te quedes sola, nunca te quedes sola, tú tienes tu hermano, nunca te separes de él, mi mamá tenía que salir a trabajar, entonces vamos a procurar que tú nunca estés sola. Pero no te creyó, o sea, al final no... Sí, supongo que no, para ese momento no tenía las herramientas, ¿no? Ella también era una víctima allí, dependía de él económicamente, había cosas en las que él decía, no, yo no le voy a pagar el colegio a sus hijos, porque son sus hijos, entonces ella tenía que salir a buscar al menos esa partecita, a ver cómo nos cuidaba a nosotros, y obviamente no tenía las herramientas, más allá de decir, no te quedes sola, no sabía tal vez qué más hacer, y pensó que eso era suficiente, pero claramente eso no era suficiente, así que dábamos los dos niños solos en casa, él mandaba a mi hermano a la tienda, o le decía que se encerrara en su cuarto y no saliera, y pues ahí aprovechaba para hacer estos tocamientos, este abuso. Ya más o menos hacia los 14 años, teniendo más herramientas, viendo como esas campañas en televisión, en el colegio, estas cosas, bueno, tomo más fuerza, hablo con mi mamá, muy duro porque ya pensaba que esto ya estaba resuelto, además que para ese momento mi hermanita tenía unos cuatro años, entonces también el temor de... Y tu hermanita, hija de él. Hija de él, ya tenía una hija con él. Y tu hermanita, hija de él. Hija de él. Claro. Una hija con él. Y bueno, ahí sí ya con las herramientas denunciamos. Qué bueno. Hay unas medidas de protección, él se tiene que ir de casa. Ahí pusimos a salvo también a mi hermanita. Uy, claro. Y bueno. Ven, pero el tema de la espiritualidad de él, ¿cómo funcionaba? No, él sí no era cristiano. De por sí no le gustaba tampoco como ay, ustedes allá metidos o esas cosas, no. O sea que cuando él llegó a la vida de tu mamá, seguramente para tu abuela y el resto de tu familia esto hubo como fricción. Sí, claro que sí. Y entonces ya se alejan de él. Y empiezan a hacer la vida, ¿quiénes? ¿Quiénes van a vivir? Mi mamá y mis hermanos. Ok. Mi hermano mayor, mi hermana menor. Ya funcionaba como la cosa más tranquila, afortunadamente. Yo empecé a tener como muchas peleas con mi mamá, por alguna razón, yo siento que es como producto de cómo se llevó la denuncia, de cuestionamientos también, o sea, vuelvo y digo, mi mamá no tenía las herramientas tal vez y ahí empieza como a cuestionarse porque yo ya siendo tan grande, porque ya tienes 14, es que esto seguía pasando, como es que no habías dicho nada. le ponen una cadena atada al pie y él intenta, intenta, intenta zafarse y no puede. Es un elefante chiquito. Cuando crece, sigue siendo la misma cadena. Seguramente con un solo paso la puede romper, pero él aprendió que no había salida. Entonces esto es lo que pasa con el maltrato físico, con los ciclos de violencia y con el abuso. Qué espectacular esa analogía. Total, sí, sí, sí, ya estabas en una etapa donde como que dentro de todo ya será tu normalidad, ¿no? Y ya cuando él se va, y ya me imagino que tienes como las conversaciones un poco más profundas en casa, ¿la espiritualidad empezó a volverse más fuerte ahí en familia? Sí, sí, para mí en la adolescencia creo que el tema de la espiritualidad fue donde se generó como un pico mayor, yo era líder de jóvenes, tocaba la guitarra en la iglesia, empecé a tener una relación como mucho más profunda con Dios y mi mamá siempre fue muy respetuosa de todo, entonces en casa podíamos escuchar canciones cristianas y no pasaba nada o en los eventos especiales ella asistía ella empezó a asistir a otro lugar porque empezó a tener, fue como desacuerdos en la iglesia que asistíamos, pero en la religión estaba de acuerdo, siempre hemos tenido como ese lado espiritual entonces, y para estas actividades de servicio que realizabas en la iglesia, hay que ser como ejemplar, cierto? que condiciones o que características se requerían en tu caso para estar activa en tantas cosas? ¿Cómo tenías que ser tú? Sí, había que dar mucho ejemplo, no podíamos ser vistos tomando, saliendo, como cualquier cosa que requiriera un mal ejemplo, había que tener mucho cuidado con eso. De hecho, a mí me sorprendió mucho ser elegida para tocar la guitarra en la alabanza porque yo siempre consideraba como ese espacio solo para los hijos de pastores, para los más duros, o sea, como en cierto modo una élite, y en mi discurso era como hay que ser santo, o sea, para estar allá hay que ser santo, pues, entonces sí, era una gran responsabilidad. Me imagino que ya llega la adolescencia y entonces el novio, los amigos, querer salir, bueno, ¿cómo empezaste a afrontar ya todo este proceso? Sobre todo, sí, de una relación de pareja poner justificantes, entonces por ejemplo hay religiones que te dicen que no uses falda, que debes usar pantalón entonces yo soy de las que sacan la Biblia y dicen no, acá dice que Dios mira el corazón y no mira a las personas, entonces yo me puedo vestir como quiera, como que buscabas tu propio argumento, argumentos y demás entonces en medio de esa rebeldía por decirlo así, yo conozco un chico fuera de la iglesia, que no tenía nada que ver con la iglesia, y yo empiezo a salir con él, y decidimos ser novios. Yo, ah bueno, otro requisito de ser líder, es que en esta iglesia debes hablar semanalmente con un mentor, en mi caso mi mentora era la pastora de la iglesia, era la máxima autoridad, y yo tenía que semana a semana reportarle cómo iba mi vida. O sea, como un confesionario. Exacto. Esta semana hice esto, esto, salí con esta persona, todo. Así es. Entonces, por ejemplo, si tú dices, no, yo, no sé, voy a poner un ejemplo, un adolescente que diga, siento muchas ganas de masturbarme. Voy a poner un ejemplo, un adolescente que diga, siento muchas ganas de masturbarme. No, eso es pecado, vamos a orar, vamos a ayunar, vamos a trabajar en eso, y a la semana le cuentan, ¿cómo te fue esta semana? Sí, yo me resistí y no lo hice. Y a la semana vuelven y hablan, ¿cómo te fue? No, no me pude aguantar. Ah, bueno, entonces va a haber como, vamos a hacer esto o aquello para ayudar. Entonces más o menos así era la dinámica. Estás mencionando un tema de la intimidad, que es de uno, es íntimo, les tocaba a ustedes, porque yo pensé que de pronto tenía que contar algo un poco más liviano, más salí a mercar, me vi con tal persona, di un beso, no sé, algo un poco más menos íntimo, menos privado, pero los persuadían a ustedes hasta el punto de decirles, no, es que yo necesito saber hasta lo que piensas y lo que sientes. Así es, así es. Porque además, en la iglesia siempre como que se han jerarquizado los pecados, entonces como que los pecados que tuvieran que ver con la sexualidad, o sea, todo lo que tuviera que ver con la sexualidad, sobre todo en la adolescencia, era algo que se tenía que hablar mucho, que el discurso allá adelante era muy mencionado entonces siempre iban tras de eso claro más tienes novio y esas cosas entonces pues efectivamente yo al empezar a salir con este chico lo hablo con la pastora y le digo bueno me gusta alguien ya hablamos con mi mamá mi mamá aceptó y es mi nueva novia. A lo que me dicen, no, él no es cristiano, no asiste a ninguna iglesia. Y la Biblia dice que eso es yugo desigual. Sí. Entonces, no, no pueden ser novios. Mi papá trabaja en marketing B2B. Vio mi escuela para el Día de la Carretera y dijo que era un gran hombre de rojas. Luego le dijo a todos cuánto amaba calcular su retorno en gastos de advertencia. Yo era muy rebelde Claim your credit. That's linkedin.com slash campaign. Terms and conditions apply. LinkedIn, the place to be, to be. Yo era muy rebelde, entonces yo no sé, o sea, yo ya me enamoré, yo no voy a terminar. Sí. ¿Qué tiene que pasar? No, es que tendría que ser cristiano. Ah, bueno, yo le voy a convencer de que venga a la iglesia. Y le empecé a convencer de que asista y bueno, listo, lo logré, ya está asistiendo. Le va a hacer un lavado cerebral para que piense como yo. Y decían, no, no es suficiente, porque él acaba de llegar, está aprendiendo, tú eres una líder acá. O sea, tenía que estar como a tu nivel espiritual. Exacto, sigue siendo algo desnivelado. Entonces fue algo muy luchado, entre mis 14 y mis 19 años luché mucho como por resistir. 14 y mis 19 años luché mucho como por resistir. Sí. Ahí nunca tomaron, digamos, acción sobre eso, porque podrían haber dicho, si o mi es tan rebeldía, si o mi no hace lo que la Biblia dice, y vamos a hacer algo. No, nunca hicieron nada al respecto, más allá que siempre se volvió un debate semanal. Y ya lo último, hacia los 18 años, el discurso empezó a ser, bueno, como tú ya decidiste que ese es tu novio, se tienen que casar porque el sexo prematrimonial es prohibido así pero yo decidía que tú te tenías que casar no era una decisión personal de hecho en otras sedes por ejemplo esta iglesia tenía una sede en costa rica casaron una niña de 15 16 años con un chico de 20 porque como no, ellos sí estaban al mismo nivel espiritual y ya, Dios dice que esta es la pareja y que se tienen que casar. No, increíble. Sí, ahí casaban a las personas. De hecho, por eso yo fui un poco rebelde, como no, pero pues aquí no me gusta nada de ella y me enamoré. Además que, pues, no tenías en la mente casarte en ese momento, asumo. No, no, claramente no. Pero obviamente como sigue siendo una prisión y una presión en una charla semanal de ojo, ya empezó a ser una conversación entre mi novio y yo. ¿Y él cómo lo tomaba o qué decía al respecto? Pues él era muy romántico, era un hombre supremamente romántico y él me decía, sí, yo lo haría, o sea, yo sí me casaría contigo. Entonces a veces teníamos esa conversación, como bueno, ¿cómo sería? ¿En dónde quieres que sea? Entonces ya era algo que veníamos hablando. me casaría contigo. Entonces a veces teníamos esa conversación, como bueno, cómo sería, en dónde quieres que sea, entonces ya era algo que veníamos hablando. Ok. Hacia mis 19 años. Muy chiquita además, igual, tampoco quiero juzgar la edad para casarse porque eso ya es algo muy personal, pero justamente es eso, es personal, no es que alguien te diga cuándo o cómo tendrías que casarte, porque además es delicado, algo tan importante como el matrimonio que está hecho para toda la vida rebeldes, entonces nos casamos usando converse vestidos y usamos converse listos, sí, era algo así muy infantil en medio de todo. Y entonces, ¿qué pasó con este novio? ¿Hubo compañía. Ah, bueno, para ese momento un amigo en la universidad me confiesa que es gay. Sí. Y yo me empiezo a sentir muy, muy mal porque empiezo a identificar que yo era una persona para ese momento muy homofóbica. Ok. Y, de hecho, él no me lo confesó a mí. Éramos dos amigos, dos chicos y yo siempre para arriba y para abajo en la universidad. para arriba y para abajo en la universidad, y él sintió más confianza de contarle a nuestro otro amigo, un hombre heterosexual, que decirme a mí. Y luego es ese amigo que me dice a mí como a manera de secreto, yo digo, pero ¿por qué un hombre gay no sentiría confianza de contarle a su amiga del grupo que tal vez pueda ser menos machista, preciosa con el tema? Y digo, yo ya sé por qué. Porque se sentiría juzgado. No, yo era supremamente homofóbica, o sea, hacía chistes, comentarios y demás, y pues claramente también partía de ese discurso homofóbico que por 19 años había escuchado en la iglesia. ¿Que era cuál? Los homosexuales son una abominación, es pecado, van a ir al infierno. Mi abuela decía que el anticristo iba a ser un líder y que ese líder iba a ser homosexual. Sexualidad vendida como lo peor. Sí. De hecho, también te dicen eso, ¿no? Ven a la iglesia, pasa tiempo con los jóvenes de la iglesia, porque afuera hay artistas que están saliendo del clóset diciendo que son homosexuales, y no escuches música que no sea cristiana, ni veas esas cosas, porque eso puede influenciar en ti, y eso es pecado. Entonces, todo esto despertó una homofobia. No tenías, además de este amigo que recientemente te había contado o te habías enterado por otras fuentes, ¿no tenías amigos homosexuales? ¿No tenías conocimiento de amigos homosexuales? De hecho, la que tenía amigos homosexuales era mi mamá y yo no los quería. O sea, yo siempre decía como, ay, qué fastidios tus amigos, ay, no me gusta que vengan a la casa, sí, era como un repudio, una versión así, directamente de Macoya. Y tu mamá, para ese entonces, ya no estaba como tan metida en la iglesia. Es que creo que también mi mamá siempre tuvo esa capacidad de razonar, y decir, bueno, aunque acá al frente haya alguien diciéndome un discurso así, yo siento de Dios otra cosa. Y la razón por la que ella tenía tantos amigos gays es que ella tuvo un hermano mayor que a eso de los ochentas se contagió de sida y era homosexual. Y la familia le dio la espalda. O sea, para mi abuela era, esto es terrible, esto es una vergüenza. De hecho, si tiene esa enfermedad, eso es pecado, es la consecuencia de su pecado, es el castigo que Dios le está mandando. Y yo no lo puedo cuidar ni lo puedo recibir en casa, porque eso sería admitir el pecado en mi casa y contaminar mi casa. Ay, qué dolor. Entonces toda la familia le da la espalda. Mi mamá para ese momento estaba casada y no podía recibirlo en su casa. Y ella siempre sintió como esa deuda, que no había podido estar ahí. Por eso ella fue siempre muy amorosa con las personas de la comunidad que iba conociendo. Y yo, pues por el contrario, como que los veía. Yo como que, no, no los soporto, no quiero que vengan a la casa, no. Entonces esa era la dinámica respecto a esos temas. Ok. con una chica dentro del trabajo, teníamos que viajar juntas y demás, esta chica era lesbiana, de hecho, esta chica es la primera vez que se acerca a hablarme, me dice como ay, yo no sé si ir a la fiesta que están haciendo los de la empresa, porque pues yo soy lesbiana y esas fiestas como que no me cuadran. Ay, abiertamente te contó. Sí, abiertamente, pero además me dice y yo me imagino que tú tampoco vas a ir porque tú también eres gay. Y yo, ¿qué? Yo le dije no. Dijiste, no, si no los quiero, los odio. Yo le dije, yo he empezado a identificar y a reconocer que soy homofóbica, estoy trabajando en eso, de hecho para mí es todo un logro sentarme a una mesa contigo. Ay, no, ¿le dijiste eso? Eso le dije. Ay, no, ¿le dijiste eso? Eso le dije. Y no, no, yo no soy ella, yo soy una mujer heterosexual, cristiana, estoy a punto de casarme, entonces no. Ven, ¿y ya cómo tomó? O sea, que tú le dijeras prácticamente que tenía que sentirse honrada por haber estado en la mesa con ella, su majestad. No, pues yo ya tenía 21 años, entonces éramos como de la misma edad y lo tomó jocosamente le intrigaba mucho es como esta pelada es muy seria, no se junta con nosotros no va a después del trabajo a tomar una cerveza es muy seria, me dijo esto, pero para mí yo siento que ella sí es gay entonces es muy raro ella siguió la amistad a ella no le importó eso, es más esto, pero para mí, o sea, yo siento que ella sí es gay, entonces es muy raro. Ay, no. Ella siguió la amistad, o sea, a ella no le importó eso. Es más, este mismo día en esa charla, ella me echó los perros, me hizo como ciertos halagos, como que ella me decía, yo no sé si nos vayamos a volver a cruzar en el trabajo, porque éramos un grupo muy grande. Y ahí apenas estábamos acabando la capacitación, y nos iban a dividir después de eso, entonces ella me dijo, yo no sé si nos volvamos a cruzar, pero sí quería decirte que me pareces una chica muy interesante y muy linda. ¡Wow! Y bueno, pues un gusto conocerte. Para la gente que no es de este país, echar los perros es como coquetear, empezó ahí a coquetearte, y cómo tomaste el comentario que además ella te hizo, ¡ay, tú eres gay! Sí, eso fue un eres gay si yo me eso fue un viernes y yo me quedé pensando todo el fin de semana en eso además porque desde mis 15 tal vez hasta los hasta ese momento yo había recibido halagos de mujeres en el colegio digamos bailando en un bazar del colegio yo estando con novio, las chicas me sacaban a bailar o me piropiaban o cosas así. Yo decía, pero ¿por qué estas cosas pasan? O sea, era algo que me subía mucho el ego. Y pues yo obviamente también me defendía con mi homofobia, ¿no? Qué fastidio, estas mujeres no respetan. O sea, ¿nunca hubo como un momento en que miraste a una niña? No, al contrario. Yo trataba como de no, no, no. Ok. Entonces yo sí me fui pensando mucho, o sea, me fui pensando mucho. Te confrontó. Y allá porque ahora pensaba que yo era gay. Te miraste, a ver. Y me gustó lo que me dijo, me gustó, me movió el piso con sus halagos, con su coqueteo. Ajá. Llegó el lunes al trabajo y resultó que entre 100 personas que éramos en grupos de 5 me dejaron en el mismo grupo de ella, con ella y empezamos a compartir más. Le diste el honor de compartir contigo otra vez. Y bueno, ahí ya, no, ahí, o sea, me enamoréé yo me enamoré porque empezamos a conocernos más, me gustó su personalidad, en un punto del camino dijimos como, bueno pues entra tú a mi mundo y yo entro al tuyo entonces yo la empecé a invitar a la iglesia y ella me empezaba a invitar, no sé a cafés LGBTI ¿sí? que de hecho estaba mal, ¿no? ya para ese punto yo no debería ir a un bar o cosas así. No, es que es súper contradictorio. O sea, siendo tú homofóbica, te enamoras de una mujer. Sí, sí fue, o sea, bueno, vivirlo como en esa etapa de enamoramiento, ella me gusta, ah, bueno, pero nunca iba a pasar nada porque yo tenía novio y ella también. Ella, su personalidad era coqueta pero ella siempre ponía límites como, ah te coquete pero no yo tengo novia, no quiero nada y ese juego pues como que más me confundía pero sumado a eso empezó a haber como una etapa de mucha tristeza, de mucha confrontación, de culpabilidad de ya como el mes de eso entrar a la oficina de la pastora para nuestra charla semanal y decirle necesito un exorcismo. ¿Le ríste eso? Yo le dije eso, pero ella se rió porque no es una expresión que usamos los cristianos, entonces yo le digo, no, en serio, o sea, yo, me está gustando alguien más, además para mí era también súper irónico porque yo luché tanto la relación con mi novia que verme ahí diciéndole me gusta alguien más. No, no, no. Estoy pensando en alguien más, pero lo más grave es que es una mujer. no vas a poder ser líder de jóvenes y ya no vas a poder tocar guitarra en la iglesia hasta que tú no me digas que no sientes nada por esa mujer, porque esto es muy grave. Eso fue muy duro, fue muy doloroso, porque hasta ese momento la iglesia había sido un refugio, porque hasta ese momento la iglesia había sido un refugio, había sido ese pertenecer y me quitaron todo. Y aparte, habían personas que, no sé, le fue infiel de esta manera casado, predicaban la iglesia, le fue infiel a su pareja, lo sacan de todo, lo sientan, lo ponen en disciplina, es como la expresión que usan. fue infiel a su pareja, lo sacan de todo, lo sientan, lo ponen en disciplina, es como la expresión que usan. Ahí empezaba un camino en que Xiaomi estaba en disciplina, pero nadie sabía por qué. Muy duro. Entonces estaba en la boca de las personas como de, ¿no? Xiaomi... ¿Algo hizo? Sí, y les dolía, era como Xiaomi tiene mucho talento, era muy chévere cuando Sio Mi daba una charla para los jóvenes, qué pasó, y me presionaban como no sabemos qué pasó, pero lo que sea que tengas que corregir, hazlo rápido porque te necesitamos de vuelta. El tema del arte representaba mucho en tu vida. Sí, sí, muchísimo también, fue como un salvavidas en todo lo que viví. Entonces, bueno, yo siempre he sido muy determinada, yo siempre he sido como de ponerme objetivos, muy apasionada, por eso de todos en la familia, por lo menos en mi hogar, la única que se mantuvo en la iglesia y muy involucrada fui yo, porque siempre he sido como de, si me va a meter, me meto con toda. Entonces yo dije, yo tengo que cambiar esto, esto está mal y voy a hacer lo que sea por cambiarlo y volver pronto. Pero quiero saber, ¿lo hacías por complacer a la pastora? ¿Lo hacías realmente porque sentías que te habían castrado un sueño, una pasión, todo lo que se hace en la iglesia? ¿O cuál era la motivación para decir, o porque sentías que eras una pecadora horrorosa y necesito volver a recuperarme 19 años escuchando que esto es el peor de los pecados lloraba y lloraba y le decía a Dios yo necesito que me ayudes yo necesito cambiar, perdóname sigo teniendo estos pensamientos estas emociones, esta atracción ayúdame ayúdame porque yo no quiero fallarte yo sentía que yo le estaba fallando a Dios. Sentía obviamente también la vergüenza y la presión de hay que volver, o sea, hay que demostrarle a la gente que yo ya no estoy más en pecado y tengo que volver rápido. Eso, eso era como... Y eso quería preguntarte, dijiste vergüenza y me imagino, ¿no? Como uno hacer parte de una comunidad, la que sea, no importa. El hecho de estar liderando algo, un espacio dentro de una comunidad y de repente tu liderazgo cae al piso, estás expuesta. Todo el mundo está viendo qué ocurrió, qué hiciste, porque ya no eres merecedora de ese lugar. Yo me imagino que también era como bastante exposición para ti. Total, y como yo empecé a llevar a Cate, bueno, a esta chica que me atraía, la empecé a llevar a la iglesia, porque también era una persona muy sensible espiritualmente, ella era de familia católica, pero era muy respetuosa y muy sensible como a lo que pasaba en la iglesia, le gustaba ir. como a lo que pasaba en la iglesia y le gustaba ir, empezaron los rumores, porque tal vez ella se adoptaba como esa estética de no me maquillo, como una estética más fresca que pues por los agarramos de la mano porque hay que orar, y terminamos de orar y ella no me soltaba la mano, ella era como… Dios. Entonces ese tipo de cosas empezó a darle pistas a la gente de, ¿será que ahí está pasando algo? Incluso recuerdo que yo tenía una gran amiga en la iglesia y un tío de ella le dijo, venga, ¿no será que sí que sea mi cambio novio por novia porque mi novio iba muy de vez en cuando a la iglesia o sea le costaba mucho y ya empiezo a ir yo más con esta chica y tal vez pues a mí se me tenía que notar el gusto y a pesar de que para ese momento no estaba pasando nada es que de verdad ni un beso nada porque ya tenía muy claro que estaba con su con su novia y muy claro mi heterosexualidad, ¿no? Es como, acá no va a pasar nada porque ella tiene su novia. Además estaba a punto de casarte. Sí, entonces ahí no iba a pasar nada, pero pues el gusto sí era muy fuerte. Sí. Y empiezo a oír como eso, como los rumores, como la vergüenza de no, se están dando cuenta. Fue horrible. Fue, fue muy duro. Entonces, una de las recomendaciones de la pastora fue, habla con tu mamá, cuéntale, tú vas a tener que dejarte ver, de verte con ella, yo sé que trabajan juntas, pero entonces eviten los espacios fuera del trabajo. Y habla con tu mamá para que te ayude a poner límites. Sí. Yo hoy hablo con mi mamá, lo primero que hizo fue reírse, porque ella conocía muy bien la sionia homofóbica que era de no quiero a tus amigos. O sea, le pareció absurdo todo esto. ¿Qué me estás diciendo? Dijo, bueno, de pronto estás confundida, de pronto es una etapa, bueno, sí, yo te voy a ayudar para que no salgas los fines de semana y demás y empezar a poner límites. hermana y demás, y a empezar a poner límites. Dentro de los amigos de mi mamá, ella tenía un amigo que era evidentemente gay y que asistía a la iglesia con ella. Entonces ella sintió como la confianza de decirle, oye, está pasando algo en casa, es que mi hija me confesó que es gay, y pues ella, tú sabes, somos cristianos y como este conflicto, ¿tú cómo lo llevas? Y él le dice, bueno, de hecho yo estoy yendo a un grupo de apoyo que es cristiano, van personas de muchas iglesias cristianas, y ahí estoy trabajando para cambiar y dejarte ser gay, ahí te pueden curar la homosexualidad, entonces sería chévere que tu hija vaya. Ok. Mi mamá viene a la casa y me dice, encontré un lugar, me hablaron de este lugar, hay que pagar una mensualidad, hay que llenar un formulario y pues si tú quieres yo te apoyo como los primeros meses y ya luego si te gusta y te quedas, tú te pagas el resto de la mensualidad. Para que tú dejaras de ser homosexual. Sí, y yo le digo sí, de una, donde hay que firmar porque pues 19 años escuchando que este era el peor de los pecados, sintiendo que le estaba fallando a Dios, todos estos discursos de homofobia, los comentarios que estaba recibiendo de la gente de la iglesia, saber que si lo cambiaba iba a poder retomar mi lugar allí y el volver a pertenecer, obviamente. Todo eso me llevaba a decir sí, yo quiero. Y este tema del gusto por esta muchacha, ¿era algo que hablabas solamente con tu mamá o ya se empezó como también a regar entre tu familia súper cristiana? No, solo con mi mamá. Y mi mamá siempre tuvo como una forma de ser muy de lo que pasa en casa, dejémoslo en casa, no lo compartamos con nadie más, pero tenía una tía, mi tía y mi abuela estaban muy presentes en la iglesia, entonces ellas sí sabían, o sea, como que sí se preguntaban qué está pasando, pero nunca lo hablé con ellas. Ok, y entonces quiero saber cómo fue tu llegada a ese lugar. Bueno, cuando llegué me hicieron llenar un formulario con preguntas muy íntimas, como muy específicas, como indagando cosas. Por ejemplo. Por ejemplo, que si tu familia ha hecho brujería, que si has sufrido de abuso, que si tuviste mamá y papá, si faltó alguno, si tienes los dos, tuviste conflictos con alguno de los dos ¿qué? ¿por qué estás allí? y hay una lista de opciones que dice como adicción sexual homosexualidad, lesbianismo, aborto otras adicciones. ¿y esto era como una categorización de pecados, algo así? Tal vez, entonces es como de indagar, bueno, hágale, checa esto que usted haya hecho. Como el violador es equivalente a una persona homosexual. Exacto. Son iguales. Si te dicen, si tú estás acá, por alguna de estas cosas, todos son lo mismo, un violador y una persona homosexual. Recuerdo que también preguntaban por qué tomé la decisión de entrar, y mi respuesta fue, porque le estoy fallando a Dios, y no quiero fallarle más a Dios. Bueno, así, como muchas preguntas como, ¿en qué crees? ¿a qué iglesia vas? Y se involucraban cosas de tarot, de nueva era. Creo que a la final lo que buscaban era tratar de justificar en muchas cosas, explicar, ah, no tuviste papá, ah, ya, por eso eres gay. Ah, no tuviste mamá, ah, por eso eres gay. Ah, tu familia o tu visita era en brujería, ahí se te metió el demonio de la homosexualidad. Sí, como ese formulario era para tratar de explicar cuál de esas razones tal vez hacía que fueras homosexual. Y este amigo de tu mamá estaba también en esa búsqueda de dejar de ser gay. Sí, él ya era casi líder de allí, me parece que era líder, líder de ese lugar. Entonces él te acompañó a este lugar, a que llenaras el formulario y demás. Como a dar la bienvenida, porque el formulario es algo que tienes que llenar virtualmente, tú solo. Ya luego llegas a un espacio, yo soy reunida en una iglesia en la carrera 19 con calle 100. Acá en Bogotá. Acá en Bogotá, los sábados en las tardes. Sí. Entonces se hacían llamar un grupo de apoyo y tenían como esa estructura de los grupos de 12 pasos. Entonces, este es un lugar en el que vamos a compartir semana a semana lo que, o sea, cómo vamos, es anónimo, no puedes como revelar muchos datos tuyos, no involucrarte con las personas que están acá. involucrarte con las personas que están acá tú eres un adicto tú estás acá porque tú eres como igual si fueras un drogadicto un alcohólico y vas a tener que tener la misma determinación que un adicto para dejar eso entonces así como el alcohólico no puede volver a buscar una bebida tú no puedes volver a hablar con personas gays no no puedes entrar a lugares, bares, nada, nada que tenga que ver con esto. Empieza como un servicio de oración, adoración, porque es un espacio cristiano, entonces le meten como ese lado espiritual. Luego viene una charla para todo el grupo, tanto hombres como mujeres, dada por un pastor, un psicólogo, un coach, una persona que dio un testimonio de que dejó de ser gay, abordando temas como, no sé, hoy vamos a hablar de las adicciones sexuales, y el tipo da una charla y ya, tú te vas reflexionando, como más el discurso, ¿no? El discurso de, esta persona que está adelante puede que empezar discursos como el hecho de que usted sea gay hace que usted sea una vergüenza para su familia, usted es el punto negro, le está fallando a Dios, Dios ya le dio la espalda y usted tiene que hacer todo por que vuelva a tener el amor de Dios. Todo eso te deciden. Esa es la primera charla ahí como sábado tras sábado, el preámbulo antes de separar los grupos hombres de mujeres y unos grupos pequeños como de cinco personas entonces ahí tienes que contar tus luchas bueno, hay como un material en el que van abordando temas, entonces hoy vamos a abordar las heridas de la infancia, entonces cuéntanos cómo era su relación con su papá, su mamá, la gente llora, porque te revuelcan como tu historia, sin un acompañamiento serio de terapia que bueno, con todo lo que dijiste, con todo lo que escuchaste, ¿qué van a hacer? No, nada, simplemente seguir justificando ajá, si ves, es que por eso eres gay, y después te preguntan que ¿cómo vas tienes que decir si estás en rojo, en verde o en naranja. En rojo es que la embarraste, algo hiciste, te fuiste a un bar, te volviste a ver con esa persona que te gustaba, le llamaste, pasaron cosas. En naranja es que casi pasa. Sí, ya le contesté la llamada, me dijo que nos viéramos, pero ya cuando llegó el momento de la cita yo le cancelé porque tuve las fuerzas y no nos vimos. Ah, bueno, no le hago. Y en verdad no pasó nada. He puesto límites, voy muy juiciosa, no sé qué. un caucho y que si ibas en la calle como una manillita esos cauchos que son beige como para envolver los billetes sí y te lo tenías que poner y si en la calle ibas y decías como esta chica está linda lo tenías que estirar y golpearte autocastigarte se llaman terapias aversivas que es como generar un... es manejar la conducta diciéndole como al cerebro, esto me genera dolor y no lo debo hacer. Entonces, si te atrae alguien, cáusate dolor y ya ahí te va a dejar degustar. ¿Y en algún momento llegaste a hacerlo? No, no, no, yo no llegué a hacerlo. va a dejar de gustar. ¿Y en algún momento llegaste a hacerlo? No, no, no, yo no llegué a hacerlo. Te decían, por ejemplo, sobre todo en los hombres, que les llamaba más la atención de pronto salir de noche, ir de rumba, hacer cosas, les decían, amárrense a la cama si es necesario, o enciérrense y denle las llaves a alguien para usted no salir. ¿Y alguien hacía eso? Sí, personas que daban su testimonio, como a mí me sirve esto, háganlo ustedes también. ¿Por ejemplo? Eso, amarrarse. Que se amarraban. Que se amarraban, como me ate a la cama, pasé la noche atado, porque fue la única forma de no tener el deseo de salir a verme con ese que me gusta, o de salir a un bar, o de hacer ciertas cosas. Y este tipo de conversaciones las tenían como semana tras semana, o sea, como que llegaban y iban rindiendo cuentas como pasaba en la iglesia también. Así es, y literalmente se llamaba rendición de cuentas y también tenías un mentor que entre semana tú lo podías llamar y si algo estaba pasando entre semana decirle, oye, tengo muchas ganas de volver a ver a esa persona estoy pensándole. Entonces esa persona te decía, no, vamos por un café, para que pienses en otra cosa y yo te voy a ayudar y te voy a rescatar de eso. Entonces se presenta una serie de agresiones verbales, porque es verdad que la forma en que te tratan y te hacen ver como que eres de lo peor. Agresiones físicas, pues diciéndote que te golpees o te lesiones cuando tengas estos sentimientos, emociones o atracción, como el abuso espiritual de manipular, como que si uno fuera responsable de las emociones de Dios, pues que le estás rompiendo el corazón a Dios con la forma que tienes, que eres una vergüenza para tu familia, pues esto de verdad va por todas las etapas, es violencia física, verbal, emocional, espiritual. Además es preocupante que digas que esto no tiene acompañamiento profesional, simplemente eran personas que sentían que tenían el criterio, la autoridad espiritual para acusarte, juzgarte de esta manera. la autoridad espiritual para acusarte juzgarte de esta manera esta organización se llama romano 6 viene inspirada en exodus internacional que de hecho hay un hay una serie relacionada con ellos donde de verdad y yo lo veo yo digo si eso fue todo lo que yo viví y los líderes de exodus internacional salieron a pedir perdón. Son personas que también son homosexuales o lesbianas y tratan de seguir el programa y impartir este programa a los que vienen. Y si tú sigues asistiendo, te vuelve el líder y tienes que seguir impartiendo el programa. Ellos tuvieron que salir a pedir perdón porque producto de ese programa las personas se suicidaron, tuvieron ataques de ansiedad, empezaron a vivir depresión y ellos mismos no habían cambiado. Ellos tenían que mantener como el sí, sí, sí, yo ya cambié, yo voy muy bien, para motivar a los otros a que cambiaran, pero ellos sabían en el fondo que ellos no habían cambiado, entonces salieron a confesar como así no, yo no he cambiado recuerdo mucho que uno de los líderes lo encontraron en un bar y una persona lo reconoce porque en Estados Unidos fue esto, esto ya se volvió más televisivo, la gente salía y daba una entrevista y decía, sí, mira ya tengo esposa y tengo un hijo ella era lesbiana, yo era gay, ya somos esposos y tenemos un hijo, pero por su cuenta seguían haciendo cosas y a uno de los grandes líderes lo encuentran en un bar, un bar gay solo buscando como con quien coquetear lo graban y al otro día sale directico a la dirección del programa a decir perdón, perdón, me vieron me vieron, lo siento mucho esto seguro va a salir en los medios se sale, se aleja, sintiéndose muy culpable, muy mal, y bueno, ya con el tiempo ya es en el programa, y citan a los sobrevivientes, es muy bonito porque los sobrevivientes logran hablar con los líderes, y ellos decir sí, ¿qué estamos haciendo? Esta se autolesiona producto de lo que hacemos, esta tiene ansiedad, esta tiene depresión, ya tantos se suicidaron. No, no, no, no. Se robó en Estados Unidos, luego va a ir en Exodus Latinoamérica, y Romano 6 adopta el programa de Exodus Latinoamérica que sigue funcionando. Existe actualmente. Existe, sigue funcionando. Al inicio de este episodio decía que nunca había escuchado esto, porque además tiene un término, se le conoce como terapias de conversión. Sí, y pues digamos como que desde el 2018 pensamos que terapias es un mal uso, porque pues la terapia a ti te ayuda, es cuando vas a terapia, es algo que te ayuda, te beneficia. Entonces ha adquirido otro término que es esfuerzos por cambiar la orientación sexual, la identidad y la expresión de género. Y que unido es como Ecosiec. Ecosiec, esa es la sigla. Como para definir todos estos grupitos que van desde organizaciones que se llevan a niñas, adolescentes, mujeres, a lugares muy apartados de su familia y las violan, excusándose en que eso es una violación correctiva ¿qué es esto? conozco amigos, tengo un amigo que en su iglesia que también era una iglesia evangélica lo encerraban en un cuartico muy chiquito por una semana entera, sin comer de pie era como la penitencia que él tenía que pagar y tenía que encerrarse ahí a orar ¿y por qué razón? ¿Por ser gay? Por ser homosexual. Que lo cambiara, que lo cambiara. Y obviamente vivir esta tortura, pues él salía y ya no, ¿eres homosexual? No, ya no soy. ¡Qué pecado! Ya. Conozco y lloré mucho con el testimonio de otro chico que conocí personalmente de otro chico que conocí personalmente y me contó cómo su familia va a una psicóloga para decirle qué hacemos el niño es gay y qué hacemos siendo un adolescente y ella lo lleva como a una IPS, como a una clínica clandestina acá en Bogotá y le dicen bueno acá estamos a hacer una terapia de choque para que tú dejes de ser gay. Le piden que se desnude, lo sientan en una silla, le hacen meter los pies en agua, le conectan cosas a sus testículos y lo ponen a ver porno gay. Y mientras esas escenas ocurren, pasan electrochoques por sus testículos para la terapia de aversión, que él sienta que está mal ser homosexual. ¿Aquí en Colombia? Acá, en Bogotá, eso pasó hace dos años. Él no ha podido denunciar, él no quiere hablar de esto porque sus papás lo llevaron a esto, y él no quiere denunciar también en parte a sus padres. ¿Y él cómo está? Esto genera mucho trauma, o sea, te vuelves muy introvertido, hay una desconfianza por socializar, es súper duro hablar de esto, hay una desconfianza por las organizaciones religiosas, esto de verdad genera depresión, ansiedad, entonces sí, obviamente, ya han pasado muchos años desde que ocurrió, ya no es un adolescente, ya lo puede al menos exteriorizar para donde le cuesta, donde le cuesta poder hablarlo o denunciarlo. Pasa por iglesias que hay, vamos a hacer un retiro y nos vamos a llevar a esta persona que tiene el demonio de la homosexualidad y entonces le vamos a sacar ese demonio, lo zarandean, lo botan al piso, le pegan en su barriga para que expulse el demonio de la homosexualidad. Y pasa por esta organización como Romanos 6 y otras más que existen, que dicen, no, nosotros sí sabemos trabajar el tema, nosotros no creemos que esto sea solamente un demonio, nosotros sí le vamos a meter a esto psicología y otras justificaciones y a terapiarte, diciéndote que tienes que pronto mejorar tu relación con tu mamá y así de pronto ya dejas de ser lesbiana y tienes que seguir orando y tienes que seguir, ya más disimuladamente, ¿no? Solo agrediéndote con el cauchito. Pero pues te anulan totalmente, anulan totalmente quién eres, tu atracción. A mí todo para, yo duré dos años allí. Uy, mucho tiempo. Mucho tiempo. Ah, bueno, hay otra grabante en Romano 6 y es que que como te decía, aquí hay personas LGBTI dirigiendo esto muchas personas creen que seguramente quien lo dirige es gente heterosexual conservadora que te quiere salvar nada tiene sentido pero en medio de todo digo exacto por ejemplo el director Salvador Góngora Pues nada tiene sentido, pero en medio de todo digo... Sería lo matado. Exacto. No, acá son personas... Por ejemplo, el director es Álvaro Góngora. Él ha salido en muchos medios, tiene su canal en YouTube. Álvaro Góngora es una persona de Brasil que era una chica trans. Ok. Y él hace... Se hace la cirugía reversiva, vuelve a mostrarse masculino. Y ese es su testimonio decir si se puede yo pude, ya me casé, ya tengo hijos y voy a montar Romanos 6 en Colombia demostrando, siendo yo misma el testimonio de que esto si se puede empieza a sumar gente que son personas gays que están tratando de cambiarles y se ven ustedes van muy juiciosos, ahora ustedes van a ser los líderes y vamos a llamar más gente así es como funciona entonces yo hubiera seguido mucho tiempo más seguro al poco tiempo ya sería líder y estaría llevando más gente para que se son homosexuales que invitando a otros a dejar de ser homosexuales y el agravante están que entre ellos tienen relaciones sexuales. ¿Qué? Hay acoso por parte de los líderes a las personas que llegan, pero literalmente, o sea, yo tuve que escuchar de una compañera de grupo decirme, ella llevaba mucho más tiempo y ya la iban a nombrar líder, y ella un día se muestra muy nerviosa, estamos compartiendo el mismo bus de Transmilenio de camino a casa, y ella se muestra muy nerviosa y le preguntamos que qué le pasa, y nos dice que una de las líderes de Romanos 6 la estaba acosando, le decía cosas como es que yo me la quiero llevar a un motel, yo le quiero hacerte todo, o sea, era muy burdo, era algo muy absurdo. No, no, no. Tú empiezas como a guardar silencio, como no entender nada. No. Yo, de hecho, me involucré en mi primera experiencia homosexual, viene a ser allí, en ese lugar, yo me involucré con una persona, con una chica de allí. Esta chica ya hoy en día tiene su propia... Ya estuvo hace 20 años, ¿no? No mentiras, 20 años, no. Yo tenía 19, ya hace mucho. Esta chica ya hoy en día, ya es una señora psicóloga que tiene su propio programa de terapias de conversión ¿y ella es homosexual? sí, ella me buscaba como cada año cada dos años, yo me salí de ahí, pero pues quedo con mi contacto y ella me decía como yo estoy muy preocupada por ti, tú te vas a ir al infierno tú ya decidiste aceptarte como una mujer lesbiana y a mí me preocupa mucho eso, tú te vas a ir al infierno cuando vas a cambiar, cuando vas a decidir retomar el programa entonces yo le decía que no pues que no, que yo estaba bien que he aprendido mucho como que mis argumentos, pero siempre siempre a la final de cada encuentro, ella me confesaba situaciones lésbicas que había habido, entonces, por ejemplo, la primera vez me dijo, yo ahora soy como la consejera en temas LGTBI en mi iglesia, o sea, además del programa, además de todo lo que me estoy preparando, soy la consejera LGTBI en mi iglesia, y entonces recibo casos. Estos días, ella es una señora, digamos que para esa época tenía como 45, entonces no, me llegó una chica, una joven, a contarme todas sus cosas, pero la chica se obsesionó conmigo, y la chica se me lanza y me besa en el consultorio, y me toca quitarme la encima, y me estoy metiendo en un problema por eso, y yo era como, pero que es esta contradicción, que es esta farsa. Después, con el tiempo, la última vez que hablábamos fue hace como dos años. Sí. Me dijo que había, no, hace como tres años, me dijo que había una persona de Romanos 6, una chica de Romanos 6 que la llevaba, la traía, como que la cuidaba mucho, como yo te llevo, yo te traigo, y que ella no sabía si de pronto era porque le gustaba, ella decía, me niego a creer que yo cuidaba mucho, como yo te llevo, yo te traigo, y que ella no sabía si de pronto era porque le gustaba, ella decía, me niego a creer que yo le guste, pero no sé, entonces mi consejo, pues que yo ya soy una persona que me afirmo y me acepto, era como pues date la oportunidad, debe ser que sí, pues con esos detalles, ¿no? Entonces, hace también dos años que fue la última llamada, ella me dijo, ven cuando nos vemos, cuando hablamos, yo le dije, no, mira yo no tengo mucho tiempo, no podría como reunirme contigo, yo trabajo desde mi casa, de pronto nos tomamos un café en el apartamento, y ella me dijo, no, yo no puedo ir a tu apartamento, y yo, ¿por qué no? porque tú eres una mujer, yo soy otra mujer, y pues estando a solas en el apartamento, eso no puede ser, entonces yo le decía pero un momento, o sea, tú llevas muchos años allá allá y te parece que está mal dos mujeres en un lugar no, no, no esto nunca se quita, esto nunca se cura pero acá en el programa aprendemos a llevarlo entonces pues estando en el programa yo me empiezo a dar cuenta, esto es una farsa y los líderes no están siendo honestos, hay líderes que abusan de los, pues como que acosan a los recién llegados esto es una farsa y sumado a eso a los dos años de estar allí empiezo a tener ataques de ansiedad un día discutiendo el tema con mi mamá a mi, o sea no puedo respirar terminó en el piso como teniendo un ataque epiléptico y con taquicardia temblaba era horrible mi mamá ya me hace un pare desde esa primera vez y me dice estoy muy preocupada por ti, por tu salud y la decisión que tú tomes lo que tú quieras yo te voy a apoyar si tú sientes que esto es muy difícil que está muy difícil de manejar que esto te está afectando, te está causando un daño y tú decides que eres gay y que te vas a aceptar como gay yo te voy a apoyar pero yo no quiero que te enfermes yo no quiero esto para ti, esto ya me preocupa, porque efectivamente durante esos dos años yo tuve pensamientos como de me quiero morir, o sea, a mí nunca me había quedado nada grande, siempre lo que me propongo lo alcanzo y esa frustración de no lograr el cambio también estaba generando en mí como, y la culpabilidad con Dios, mi oración literalmente era Dios, cámbiame o llévame, o sea, yo me quiero morir si yo no puedo cambiar, entonces imagínate la ansiedad, estos pensamientos suicidas y demás, yo digo sí, ¿qué estoy haciendo acá? Y me alejo totalmente de la iglesia, totalmente del programa, Y me alejo totalmente de la iglesia, totalmente del programa y ya empieza como un camino de muchas personas, una manera de denuncia, ¿no? Porque es que es muy grave, es muy grave sobre todo el tratamiento que se le está dando, o más bien el no tratamiento, porque eso es lo que siento, el no tratamiento a este tipo de cosas. Y esto que me cuentas de tu amigo, de que lo invitan a, ni siquiera lo invitan, lo obligan a lacerarse, a castigarse, es bastante delicado, es muy delicado. ¿Cómo te sentías cada sábado? Yo sé que esta pregunta de pronto es un poco contradictoria, rara, donde yo te diga, y es que tú sientes que cada semana se te iba quitando lo homosexual, pero quiero entender esto. No, es muy duro, tú quedas a basarle, es muy confrontado, es muy triste, se trabajan temas muy pesados, hay personas que confiesan que fueron abusadas, entonces como que escuchar esos testimonios, o como el maltrato que recibían de sus padres, tú también tener que contar tu historia personal y sales como tan confundida, como que revolcaste algo ahí que de pronto tu cerebro estaba tratando de bloquear, pero no hiciste nada con eso, ¿sí? Nadie te dio las herramientas de, ve a un psicólogo, esto se trabaja así, o sea, es durísimo. O sea, cada ocho días te van revolviendo algo interno que te está doliendo además, pero no hay una solución. Exacto, así es. Es como un caldo de cultivo cada ocho días hacer lo mismo. Entonces, es algo muy doloroso. Hay días que tú, yo me acuerdo que salíamos, quienes íbamos como hacia el Transmilenio, a veces como en silencio, como como, y ese tema fue muy duro, ¿no? Sí, esto que hablamos fue muy doloroso. Como duro, muy pesado. Dos, ellos jugaban con algo y es como que acá ustedes sí pueden hablar, o sea, ustedes en su iglesia seguramente nunca han podido hablar de sexualidad, de atracción, de cosas, acá sí, este es el espacio seguro en el que hay más personas como ustedes y ustedes sí se pueden desahogar, entonces uno estaba como en esa cosa de sí, yo a nadie le he confesado cómo es que siento esta atracción por esta chica, porque ¿con quién? ¿A quién? Todos mis amigos son cristianos. Sí. Y bueno, tengo amigos en la universidad, pero son amigas que de pronto van a cambiar conmigo si les digo que tengo una atracción hacia otra mujer. Entonces era como ese lugar de, oiga, sí, hay más gente como yo. Entonces como que... Yo creo que tu cerebro queda muy confundido, como de, venga, acá ya empecé a ser amigos, pero no pueden ser muy amigos porque esto se puede volver atracción y podemos quedar en pecado. Pero acá también me están revolviendo todo. Me están revolviendo todo sin trabajar. Y alguien de ese círculo decía de pronto, yo sí estoy avanzando, a mí sí me está ayudando. Sí, sí, sí. Había una chica, por ejemplo, que ella decía, yo hace nueve años no estoy con ninguna mujer. Yo tuve como tres mujeres en mi vida, de convivir, de demás, ella ya tenía 40 años, que es la chica que te digo que cada año me llama. Ok. Ella, no, yo tuve tres meses en mi vida, yo conviví con ellas, pero desde hace nueve años yo nada de nada, o sea, nunca he besado a una mujer, no he estado con ninguna mujer. Lo que hoy trabajo es como la atracción, la atracción de que me gusta y demás, pero del resto yo estoy muy juiciosa. Muy bien. Y como estoy metida en la iglesia, metida en Romanos, no tengo la tentación de nada, o sea, no me ha pasado nada, estoy muy bien y dentro de poco seré líder. Ahorita decías que tu primera relación con una mujer fue incluso ahí. Sí, que fue justamente con ella, luego de nueve años. ¿Con ella? Con ella empezamos a compartir más y terminamos involucrándonos. Ella nos empezó a invitar a su casa, a todas las chicas del grupo. Íbamos a su casa después de esto de Romanos 6 o antes, y bueno, de tanto compartir, de tanto pasar tiempo ahí, yo empiezo a sentir como una atracción, le confieso un día como tú me gustas, yo tenía 20, ella 40, tú me gustas, yo tenía 20, ella 40, y ella dice, bueno, pues sabemos que esto está mal, vivámoslo, para no dejar pasar como la experiencia, pero hoy mismo paramos y no va a volver a ocurrir, y yo, bueno, nos besábamos, empezaron a pasar cosas, fue una semana difícil, como de, bueno, esto no tenía que pasar. Y ya luego a los ocho días como, oye, y si vienes y de aquí salimos para el grupo, vienes un rato, desayunamos juntas, bueno, está bien. Y seguían pasando cosas. Y fue muy traumático porque ella empezó a decir, no, esto está mal, esto es pecado, y entonces después de besar no se podía ni a llorar, y decía, no, no, Dios, perdóname, esto está mal. En otras ocasiones, a la semana me llamaba y me decía, me quedé sin trabajo, me quedé sin trabajo, estoy muy preocupada porque no sé cómo pagar el arriendo y demás, y esto es un castigo de Dios por lo que tú y yo hicimos. No, ¿cómo recibías esa información? Sí, entonces, digamos, yo sintiéndome atraída, poniendo como ese lado romántico al tema, ya empezar a cargar con la culpabilidad de, ay, no, esto está mal, y como esta persona le está yendo mal por lo que estamos haciendo, pero igual me llama, pero igual me invita, pero igual pasan cosas, era horrible. Nosotras finalmente hablamos con el director de la organización, con Álvaro, le dijimos lo que estaba pasando, él nos sugiere tomarla, seguir tomando el programa a distancia, virtualmente, para no encontrarnos y tomar límites. Y para que le siguieran pagando, por supuesto. Entonces como ese conflicto de yo ya no debo verme con ella, era como una ruptura también, seguir en el programa, decir como oiga me porté mal en el programa, o sea soy un desastre porque hasta hice las cosas mal, pues ahí es donde te digo que empieza como estos ataques de ansiedad y ya la decisión de... Pararme. Estábamos hablando de que estabas a punto de casarte, se mete esta historia en en el medio y qué pasó con este hombre que era tu novio en su momento pues con toda esta confusión yo nunca le confesé como lo que yo estaba sintiendo yo lo que le digo es estoy muy confundida para mí en ese punto era como yo tengo que cambiar pero ya no pienso tanto en mi novio pienso más en ella entonces le estoy siendo infiel no como que mi pensamiento no, o sea, ya mis sentimientos, mis emociones, mis pensamientos no están con él, pero no le puedo decir qué es, porque simplemente me atrae otra chica, entonces simplemente lo que yo le dije es, yo estoy muy confundida, voy a tener que empezar como un programa para como tratar temas espirituales y temas personales, y yo la verdad ya no puedo continuar contigo. ¿Y él cómo lo tomó? Pues fue durísimo, no entendía, es que no había como una razón, es como estás confundida, pero en qué, o sea, no entiendo. Sí. Cuando yo decidí terminar con él, fue duro para mi mamá, porque hasta ahí lo que era, ah, es una etapa, está confundida, fue... La confirmación. No, esto sí está, esto sí es serio. A mí me valió muy duro porque eran cuatro años de relación, él ya era parte de la familia, me valió muy duro eso. ¿Y a ti te dio duro? No tanto, o sea, ya de verdad que mi cabeza estaba en tratar de... de solucionar todo eso que yo estaba viviendo. Me dio duro tal vez como la insistencia de mi mamá, como de no, no le termines. Entonces, en ocasiones mi mamá lo invitaba a la casa a ver si yo al llegar y encontrarlo volvíamos a hablar y nos volvíamos a cuadrar. Y eso fue durísimo, fue durísimo. Yo le seguía invitando a cosas y era como, en serio, no, ya terminé, ya no puedo. O sea, ya no me gusta, ya no puedo. Te escucho, y la carga que tengo, mujer, de escucharte, por el simple hecho de pensar en la cantidad de cargas con las que has tenido que lidiar, o sea, es como un peso, como una maleta pesada por el uno, por el otro, por agradar, por encajar, por pertenecer, ser, no ser, juepucha, que esto para un corazón y una mente sana es muy difícil, muy difícil de afrontar, ¿cómo empezaste ya a tomar esa determinación de, chao, me tengo que salvar? Ahí, bueno, efectivamente, con esa conversación con mi mamá y tener su apoyo, eso fue vital. Eso fue vital porque también, en medio de todo, tú sientes que le estás fallando a tu mamá, a tus padres, y yo digo, no, sí, tengo que cambiar. No, ya si mi mamá me apoya, ya no tengo que cambiar, ya no tengo como también esta presión desde casa, mi mamá me apoya mi mamá no me va a juzgar si dejo de ir a la iglesia porque igual yo seguía yendo a la iglesia como cada día iba peor, porque no, como a todo avance, no, pues ahora me gusta una chica en el grupo al que voy yo seguía yendo a la iglesia dando mi reporte semanal y era sincero tu reporte. Sí, no, yo siempre fui muy sincera. De hecho, lo que te digo, a mí me llama mucho la atención cómo esta jerarquía de pecados en las que posiblemente ya mi pastora pudo haber dicho, si a mí no ha querido hacer caso en que no tenga novio, saquémosle de todo. Eso nunca lo hicieron. Pero en el momento en que dije, me gusta, me atrae, hay como algo acá que se me mueve. Ah no, ya, ay sí, pecadora, ahí sí te saco de todo, ¿no? Bueno, yo ahí ya siento que también hay como mucho odio en esos discursos que empiezo a escuchar en la iglesia, también ir domingo a domingo y escuchar una predica de que los homosexuales se van a ir al infierno y decir, no, ya no quiero esto, ya me alejo totalmente, me centro como en mis objetivos personales, empiezo a ir a terapia, a terapia ya psicológica, eso también me ayudó muchísimo, porque ahí en la terapia psicológica el enfoque fue tratar el abuso sexual, pero obviamente si tú ya logras aprender cómo tratar el abuso sexual, también logras saber cómo tratar ese abuso espiritual por el que ya pasaste, entonces como que de todo un poco ayudaba, pero igual esto era algo de lo que yo no hablaba, es más, no podía hablar, yo de esa experiencia, de qué pasó hoy, por qué me fui de la iglesia, a mí se me quebraba la voz yo luego tuve una pareja y a ella no le gustaban las iglesias, entonces era muy fácil, porque no se hablaba del tema, o sea no era algo en su contexto, entonces nunca me preguntó ni fue un tema pero ya luego a mí me empezó a hacer falta tener un espacio donde pudiera vivir mi espiritualidad porque siempre me consideré muy espiritual, siempre estuve en medio de ese proceso de la mano de Dios desde mi casa, como te pongo en tus manos esto, aquello, pero hacía falta como poder volver a pertenecer o volver a tener la confianza, al menos asistir sin involucrarme a una iglesia, pero siempre estaba el miedo, cuando sepan quién soy, me van a llevar a un lugar de torturas o me van a juzgar o me van a sacar o va a ser muy incómodo, va a ser muy chocante sí y pasó que dentro de las personas que estaban en Romanos 6 algunas alcancé a tener el contacto agregarlas a redes sociales y una de esas personas él se llama Fabio Meneses, él también ha dado muchas entrevistas sobre esto, él también es sobreviviente, él alcanzó a, él se intentó suicidar, estando en Romanos 6, se puso una bolsa, se puso una bolsa para intentar matarse, y después, en medio como de la situación, pensó y dijo, los suicidas también se van al infierno, ¿qué estoy haciendo? Entonces, ahí mismo justo ese fue su momento clave y de cambio, porque él dijo, pues si me voy a ir al infierno por suicidarme, prefiero vivir e irme al infierno por vivir, ¿quién soy? Vivir plenamente lo que soy. No, no, no. Mira que me impacta mucho cuando usan la palabra sobrevivientes sobrevivientes a que a que le llamaría estuvo sobrevivientes seré antes de una tortura sobre vivientes de que anulen y traten de matar tu espíritu anular quién eres hacer que tu estilo de vida y que el solo hecho de decir amo a otra persona eso es lo que es de mi mismo sexo ya sea como la excusa para decir que eres una vergüenza entonces sobrevivir a toda esta tortura física, psicológica, verbal que vivimos quienes pasamos por la secosía ¿y en qué momento ya dijiste soy abiertamente gay y esto es lo que me identifica? ahí pues con el apoyo de mi mamá ya me siento más tranquila como de vivir mi sexualidad, entonces en un trabajo conocí a alguien, empecé a salir con esa persona, siempre fue un secreto en casa porque toda mi familia era muy cristiana y eso iba a ser un choque. Entonces, era algo que solo sabía mi mamá. De hecho, ni a mi hermano se lo compartí. Y mi hermana era muy pequeña, entonces mi mamá me decía, bueno, se puede confundir, no le digas nada, pero yo te apoyo. Con el tiempo ya lo hablé con mi hermano, porque pues ya empecé a compartir más tiempo con mi pareja, como que la traigo a mis cumpleaños, o a un almuerzo familiar, y puedo decir, no es solo una amiga, es mi pareja, pero al resto de la familia no le digamos nada, sin embargo era un secreto a voces, porque con lo que ya había pasado en la iglesia, más como que había nacido a mí para arriba y para abajo con una chica, era un secreto a voces, de hecho en algún momento una tía, mi tía que también estaba muy entregada en la iglesia, junto con mi abuela, ella tenía dos hijos hombres y uno de ellos también en el colegio, a los 11 años los descubren que tienen novio en el colegio llaman a mi tía y le dicen, citan a los padres, descubrimos que ellos dos tienen una relación, mandaron a mi hijo, a mi hijo, mandaron a mi primo a psicólogo, le hicieron pruebas de drogas, porque decían que seguramente eran homosexuales por que consumían drogas o algo así. Mi tía, que era muy entregada a la iglesia, que nunca cuestionó nada de la iglesia, la recomendación de la pastora, que era mi misma mentora semanalmente, le dijo como, bueno, pues él está contaminando tu casa, o sea, tú sabes que eso es pecado, está mal, no lo puedes alcahuetear, entonces, él estando en once, ya a punto de gradarse el colegio, mi tía le dice dice tú no eres mi hijo y yo ya no te voy a apoyar y yo ya no te voy a dar ni de comer ni te voy a pagar el colegio ni nada, a mi primo le tocó empezar a vender comida, sándwiches en el colegio para pagarse los transportes y para poder comer y apenas se graduó mi tía lo sacó de la casa. Y nosotros lo adoptamos, pero a escondidas. Nosotros lo ayudamos a graduarse, como a los pagos de los derechos de grado y demás, y lo llevamos a casa a escondidas de mi tía, porque era... Claro. Estaba muy mal eso, pues. Y desde ahí él empezó a trabajar, a ser muy independiente. Hoy en día es un chico muy, muy independiente porque le tocó. Y eso es como el discurso de la iglesia, de sacar a… como esto es una vergüenza, o sea, su hijo ya no es su hijo, y por eso los padres terminan llevándolos a esto sin cuestionar qué le van a hacer ahí y entonces aunque el niño se queje y diga me golpearon, me hicieran, no es que eso es lo que tienes que hacer, es el sacrificio que tienes que hacer, es la penitencia que tienes que pagar para que cambies y en algún punto mi tía le dice a mi primo ya con los años mi primo ya era independiente, ya vivía solo, ya volvió un poco como a hablar con mi tía con su mamá, y ella le dice un día como, como a mí me parece muy chistoso que cuando vamos a la casa de tu prima, ella siempre está con una mujer y dicen que es una amiga, pero obviamente sabe ser la novia, me parece muy chistoso que la mamá decía a mí, se la pasé diciendo que esta es una amiga, cuando ya todos sabemos que es la novia, entonces yo un día también le digo a mi mamá, estamos siendo como muy ridículas en no aceptar lo que es y yo ya no voy a volver a esconderme, yo ya no voy a volver a esconderme, yo soy quien soy, no le hace daño a nadie y ya, ahí me acepto. Muy alejada de las iglesias, muy alejada de todo, pero como te decía con Fabio, yo mantenía contacto y después de un tiempo yo empiezo a ver que él empieza a asistir a una iglesia, es muy alejada de todo, pero como te decía con Fabio, yo mantenía contacto y después de un tiempo yo empiezo a ver que él empieza a asistir a una iglesia, pero a su vez él tenía una fundación para la población LGBTI, era un hombre abiertamente gay, pero también compartía mucho de un espacio espiritual al que asistía, yo decía, pero ¿cómo hace? o sea, ¿cómo hace para unir ambas cosas? Entonces yo le pregunto y él me dice, para unir ambas cosas. Entonces yo le pregunto y él me dice si hay una iglesia que es muy social, o sea, desde sus inicios ha sido una iglesia muy social que ha luchado, digamos, en su momento la iglesia dijo que los negros no eran personas y no tenían alma. Entonces esta iglesia era como no tenemos que acoger a todos y todas, o sea, hombres y mujeres por igual, cualquier raza, los esclavos también, los pobres también pueden acceder a la espiritualidad, y obviamente pues hoy en día, o sea, obviamente yo siento que la espiritualidad y un movimiento como el que generó Jesús, es un movimiento que tiene que como adaptarse a las necesidades de la sociedad entonces Jesús sabía moverse a las necesidades de la sociedad. Entonces Jesús sabía moverse en las necesidades de su momento. Bueno, las mujeres las apedrean injustamente, yo las defiendo. A los pobres nadie los voltea a mirar. A los leprosos les dicen que se alejen y no nos toquen. A la mujer que menstrua le dicen que se tiene que ir durante su periodo y no acercarse y no tocar a nadie, no, no pasa nada, de verdad, las podemos abrazar a todos y todas por igual. Entonces esta iglesia tenía como ese concepto, pues Dios ama a todos y todas por igual, entonces no había como ese espacio para la discriminación él me dice que ahí puede ser como tu lugar a mí me costó un año o sea, él me cada mes, cada dos meses me invitaba y a mí me costó mucho, porque te queda como la desconfianza tan grande como el miedo, como el sentir que vas a revolver cosas que además yo no había trabajado, nunca había hablado con nadie que aún así sabiendo que era un lugar seguro a mí me costó un año tomar la decisión de ir ya hace seis años de eso, fui por primera vez y sí efectivamente encontré un lugar en el que no juzgan en el que pude también hacer como mi proceso de volver a reconciliarme con Dios, con ese lado espiritual como que me puedo volver a involucrar en una iglesia y puedo poner mis límites, es una iglesia que no tiene estos discursos de tienes que venir, tienes que hacer esto, no lo tienes que hacer, tienes que estar acá 24-7, no, es como no, lleva tu equilibrio, tranquila. Y el tema de tu música, ¿lo has podido ahí? Y ahí retomé, ahí toco la guitarra ven, en estos otros espacios como el que estabas comentando de terapias de conversión hay un ente regulador es que sigo altamente preocupada sobre todo por estos casos que estás denunciando que son muy graves ¿quién regula esto? ya 24 países han logrado prohibir las terapias de conversión o de cosi e muchas en muchos países en latinoamérica brasil méxico ecuador en colombia no lo hemos logrado en este año se lanzó el proyecto de ley para para prohibir este tipo de cosas porque es que acá hay delitos de por medio, ¿no? Hay delito de tortura, delito de violación, violencias, se está faltando a los derechos humanos, hay muchas cosas ahí que son un delito. Y la posición que es como este lado más conservador, que tienen discursos de que hay una ideología de género y que entonces este proyecto de ley de pronto va a generar que no haya libertad de culto y demás. Entonces ellos lo que usaron fue empezar a faltar a los debates para que no hubiera quórum para votar y así lograron tumbar el proyecto. para que no hubiera quórum para votar, y así lograron tumbar el proyecto, en junio, tristemente, tumban el proyecto de ley que buscaba prohibir esto en Colombia. Entonces, no, no hay quien regule, ¿no? Porque, pues, por ejemplo, Romanos 6 no era una organización que esté registrada ante el Ministerio del Interior, por ejemplo, las iglesias se registran en el Ministerio del Interior, por ejemplo, las iglesias se registran en el Ministerio de Interior, acá no había como un registro, son personas por ahí sueltas, hay iglesias que tienen células o grupos, y dicen como vamos a crear un grupo para los drogadictos, los alcohólicos, y si llega algún homosexual, ese va a ser el grupo de esa persona, pero es una mega iglesia y nadie está indagando ni mirando qué hacen en cada grupo y nadie denuncia, porque además pues es que a ti se te graba el chip de que tú estás ahí porque tienes que cambiar, pues no hay como forma de ver quién regula o quién puede hacer algo. Yo entiendo mucho, porque por 19 años estuve en una iglesia, entiendo mucho que haya creencias, que haya un discurso alrededor de la homosexualidad y haya este temor porque es pecado, pero la Biblia también dice que es pecado matar y muchas personas han muerto a raíz de esto. La Biblia también habla de amor, de gracia, de misericordia. La Biblia también dice que el amor es un soporte, es un apoyo. Entonces, es muy doloroso que los padres, convencidos por ese discurso de la iglesia, sean capaces de aceptar unas violencias sobre sus hijos, que también son pecado, que también son una farsa, ¿sabes? Es como, voy a llevar a mi hijo a Romano VI y allá seguramente va a ser acosado por otra persona, va a ser torturado y demás, pero eso es preferible a que sea homosexual, o sea, no puede ser, no puede ser posible que unas cosas sí y otras no, y por eso yo creo que hay que hablar mucho de esto porque la gente no sabe y mucha gente no habla de esto, no cuenta lo que vivió allí o no ha identificado que está viviendo ciertas violencias para que, así sea que no se logre nuevamente un proyecto que prohíba esto y que sea regulado legalmente, que las personas eviten seguir ese camino con tal de defender o de seguir un discurso que le dieron en su iglesia. Ese tema de denunciar te hace muy valiente, porque no es fácil. ¿Cuántas personas seguramente conoces que quisieran hablar a gritos y decir esto me está pasando? Imagino que estás rodeada de cualquier cantidad de personas. Sí, conozco muchos casos. en cuanto al tema de la homosexualidad, que es lo que estábamos hablando ahorita puntualmente, ¿alguien ya dio un paso atrás y dijo, soy hétero? No, nadie. Yo no creo que es la primera persona que diga, sí, de verdad, soy hétero. Yo quisiera saber cómo te sientes en este momento, luego de haberte quitado todo ese peso de encima, ese juzgamiento y de haber dado esa decisión personal de pararte en tu posición y decir, esta soy yo. siento algo que dice la Biblia es que por sus frutos los conoceréis, entonces yo siempre trato de ver como que si algo no me da paz o algo está generando odios, está generando menosprecio, bueno no sé cosas negativas, yo digo no, por por ahí no es, por ahí no es. Entonces poder hoy vivir una vida de amor, de tranquilidad, de gozo, de paz, es como sentirte en el lugar correcto. ¿Cuál es la imagen que tienes de Dios hoy en día? Dios es amor, dice la Biblia, y esa es la respuesta para mí, Dios es amor, por eso también respeto mucho las otras formas de espiritualidad, porque todos tenemos un lenguaje del amor, y Dios sabrá cómo conectar con las personas y cómo finalmente lograr que te ames a ti mismo, que te ames a ti mismo, que ames al otro y que lo ames a él, porque está en esa ecuación, ¿no? Yo veo a Dios como ese amor que está en cada persona, Dios está en cada persona y eso me ayuda a que yo la piense dos veces antes de hacerle daño al otro, porque es que Dios está ahí, porque Dios lo creó, porque es perfecto y porque poco a poco ese amor es el que te ayuda a entender al otro y a la otra. Desde tu posición como sobreviviente, porque así te autodenominas, ¿cuál sería ese mensaje que le das a estas personas que lideran, que tienen este tipo de lugares donde hacen estas terapias? Yo les diría que sea en la oportunidad de escucharo los sobrevivientes y que se escuchen a sí mismos y escuchen también como ellos y ellas han pasado por una hipocresía, una doble moral una negación y tantas cosas negativas que generan estas terapias para ellos mismos y busquen otra forma. O sea, si esto al final está generando que la gente muera, o sea, que se suicide, que tenga ansiedad, que tenga depresión, que se den la oportunidad de reflexionar si de verdad es que por ahí no es. Si hay otra forma de predicarle, de acompañar, pero que revisen sí y se cuestionen un poco porque está pasando todo lo que está pasando con tantos sobrevivientes. Y para estas iglesias que también rechazan a personas homosexuales, ¿cuál es tu mensaje? Mi mensaje siempre ha sido que si Dios es amor, dentro del amor no cabe el odio y la discriminación. que si Dios es amor, dentro del amor no cabe el odio y la discriminación entonces también deberíamos cuestionarnos y preguntarnos porque si yo sé, o sea en una iglesia dicen, ah bueno esta persona nos dice que tiene ahí como negocios raros y su familia siempre ha hecho negocios turbios, pero pues que está arrepentido y quiere empezar a venir a la iglesia y está viendo como sale esos negocios turbios, yo lo recibo y lo abrazo y le recibo sus diezmos también. Esta persona me dice que lucha con esto, pero yo lo recibo y lo abrazo. ¿Cuál es la diferencia y por qué ese empeño en rechazar y en intentar cambiar a alguien que tiene una expresión de género diferente, una identidad diferente, una orientación diferente. Y habría que también pensarse por qué si hasta apenas hace 70 años existe la palabra homosexualidad, por qué hasta hace 70 años existe ese término en la Biblia y si de verdad eso era lo que la Biblia nos quería decir o si de verdad en la Biblia se estaba se estaba denunciando prostitución ritos sexuales pedofilia que es realmente la palabra original que se encuentra en la Biblia y no la palabra homosexual que es una palabra que llegó hace muy poco tiempo. Y si por una mala interpretación de la Biblia estamos anulando y llevando personas al suicidio, estamos separando familias, y mi mensaje también es para los padres, llevar este proceso en compañía de los padres es mucho más fácil, porque si yo tengo la confianza o sea, si esto no se vuelve una pelea en casa de no hablemos de esto y váyase para allá y se lo van a llevar un mes a un retiro para sacarle ese demonio y no hablemos del tema y no me cuentes qué pasó allá pues los niños adolescentes y jóvenes que están en estos lugares no tienen donde poder denunciar y poder decirle a sus familiares, oigan, creo que me abusaron donde estaba, creo que me torturaron. Y claramente yo creo que Dios no quiere esto para las familias y las personas. Me parece muy valioso esto que estás diciendo porque además soy una persona creyente, asisto a la iglesia, porque además soy una persona creyente, asisto a la iglesia, siento que soy activa en la iglesia, me encanta, lo disfruto por convicción, porque me gusta estar conectada con Dios, pero si difiero de este tipo de juzgamientos, señalamientos y violencia, aún más como lo estás exponiendo, se me hace muy importante que hayas compartido algo que para mí personalmente era nuevo, no tenía conocimiento y soy fiel creyente de ese amor de Dios de ese Dios que nos juzga, de ese Dios que nos ama a todos por igual y que bonito sería que como iglesias, como cultos como religiones, pues también como que impartiéramos ese amor de ese Dios bueno que nos acoge a todos, porque es en el que yo creo con el respeto de todo el mundo, lógicamente. Porque seguramente estuviéramos ahorrando muchos dolores y muchas tristezas y más bien cuidando muchos corazones, que al final es lo más importante aquí, dentro de la espiritualidad, que tu corazón esté protegido en ese lugar seguro, que es Dios, y lo lamento muchísimo por ti y por todas esas personas, esos jóvenes que han tenido que atravesar algo tan cruel, porque eso es una crueldad que reciben cuando se someten a este tipo de situaciones de verdad que no debería pasar no tendrían por qué pasar por esto independiente a su culto, a su tipo de religión porque sí quiero ser muy insistente en que es un tema delicado en el que no quiero meterme porque soy muy respetuosa de las creencias de cada quien pero soy fiel creyente de que independiente a lo que creas o pienses, el respeto debe primar el cuidado de la vida el respeto a la dignidad y a la integridad, y si lo que estás practicando rompe con esto, algo está mal y hay que revisarlo, y no tiene nada que ver con Dios, sino que son decisiones de hombres ¿cuál es ese mensaje final que le darías a esos jóvenes que están en tus zapatos, pero en esos zapatos de hace muchos años, donde estabas en esa confusión, en esa búsqueda en esa duda que mantenías denuncien reconozcan el daño que esto está generando a sus vidas tratan de buscar redes de apoyo un acompañamiento a algo que reconozcan el daño que esto está generando a sus vidas, tratan de buscar redes de apoyo, un acompañamiento, algo que les pueda ayudar a salir de estos espacios, porque entiendo que muchas veces el dependerte de tus padres hace que no te puedas salir. Piensa si de verdad Dios quiere eso para tu vida, o sea, piensa si de verdad en esas violencias que estás viviendo está el amor de Dios, reflexiónalo, cuestionalo, y busca otro rumbo, otra forma de agarrarte de Dios, pero para alejarte de esas violencias y empezar el camino de sanar porque uno de los lemas del proyecto de ley es como nada que curar, no hay que curar la homosexualidad yo pienso que todos y todas tenemos que sanar muchas cosas en la vida traumas, heridas, abusos y ese sí es el camino empezar a trabajar y sanar. Las heridas que tengas sí se puede con la ayuda correcta, con un psicólogo certificado, que de verdad tú sientas que te está ayudando. Podemos tener mentores, maestros en la vida que de verdad te ayuden a sanar y que tú sientas un cambio en tu vida. Pero si el lugar al que te están llevando te está anulando, te está generando pensamientos suicidas, te está generando depresión, ansiedad, autolesiones, busca la forma de salir de ello, es posible sobrevivir, es posible alejarse de esto, o sea, yo entiendo mucho que hay muchas variables ahí, la iglesia, la familia, pero es posible, es posible salir. Xiaomi, qué fortaleza la tuya para sentarte aquí a compartirnos esa historia tan fuerte, tan difícil, y que además no es solo tuya, tristemente no es solo tuya, la están viviendo muchas personas en el mundo entero, pero creo que este es un momento de alerta, un llamado de atención, un llamado para que también estemos atentos a este tipo de situaciones porque también es nuestro deber como humanos cuidarnos y protegernos los unos a los otros protegernos los unos a los otros, y vale la pena hacer esa invitación, sobre todo a la comunidad LGBTIQ+, a quienes quiero tanto, tengo tantos amigos de esa comunidad, primero para enviarles un abrazo, y segundo para decirles que no dejen de creer en Dios, que si alguna persona, un humano, igual que ellos, les ha hecho creer y les ha convencido de que no son merecedores, saquen de suiar, no dejen de amar, porque realmente Dios es amor y yo creo que la creación de Dios es perfecta. Entonces somos perfectos. Dios nos ama tal y como somos, a todos y todas, porque no se equivocó. Y ese camino también es muy bello, el de afirmarse y aceptarse y reconocer y identificar que el amor de Dios no tiene condición. Sí, a mí te agradezco mucho, me encantó tu historia y me alegra saber que ya estás libre, porque yo creo que lo podríamos definir así, ¿no? Como tu grito de libertad. Estás libre, viviendo tu vida, tienes ahorita una pareja. Sí, tengo una pareja, ya llevamos dos años, una persona también profundamente espiritual, ambas damos ese servicio en la iglesia, en la comunidad y es bien bonito. Me alegra muchísimo saber que estás bien y sobre todo que ese amor de Dios pudo reconciliarse, porque esto es como lo más valioso de todo tu mensaje para mí. Esto es Vos Podés, el podcast. Soy Tatiana Franco y esto es Vos Podés, el podcast. Vos Podés, el podcast. Soy Tatiana Franco y esto es Vos Podés. El podcast. Vos Podés. El podcast.